Existe un principio básico cuando se intenta protección derivada del uso de preservativos o condones: El dispositivo SOLO protege lo que cubre. Toda zona descubierta está en riesgo. Eso aplica tanto para mucosas (ejemplo la boca) o la piel (ejemplo la parte descubierta sobre el pubis, en la base del pene). Habría que decir entonces que dependiendo del tipo de relación y de intercambio de relaciones, ocurre el riesgo de una enfermedad de transmisión sexual, a pesar de estar usando el preservativo.