Los daños potenciales del pene son múltiples y los tratamientos disponibles hoy cada vez más variados. Existen tres posibilidades grandes de inyección: Primero, Células madre (stem cells) derivadas de fluido amniótico, de médula ósea o del tejido adiposo del abdomen; segundo, Toxina botulínica (Botox) de efectos en estudio en pene y el Plasma rico en plaquetas (PRP). Cada una de estas opciones tiene indicaciones precisas de uso en el pene.