El desorden de excitación sexual persistente (PGAD por sus siglas en inglés), es un trastorno que afecta a un pequeño número de mujeres, pero que por sus características suele ser muy molesto e intolerado. Las afectadas presentan una sensación permanente de algo parecido a la excitación sexual, manifestado como congestión, prurito o incluso dolor genital que clásicamente no se resuelve con el orgasmo. Existen múltiples causas, pero quizás las más importantes son: La presencia de quistes congénitos de Tarlov en la médula espinal, traumas o cirugías genitales y el uso de medicamentos o drogas recreativas. El tratamiento es variable y usualmente utiliza antidepresivos, analgesicos, anestésicos e incluso la inyección de Toxina Botulínica.