Por desgracia los accidentes graves en niños son comunes y es frecuente que afecten la zona pélvica y/o genital. Además de las agresiones sexuales que deben ser objeto de una revisión aparte, los niños (as) pueden tener accidentes automovilísticos, en bicicleta y por caídas, incluso con empalamiento de los genitales. La gravedad de los daños es variable, que deben ser revisados adecuadamente, con examen físico, ecografías, tomografías o resonancia nuclear según sea necesario. En niñas todo examen genital se recomienda realizarlo bajo sedación. Todo lo que pueda hacerse en la fase aguda del trauma, redundará en un buen futuro para los infantes traumatizados.