Los extensores de penes clásicos, son ecualizables y suelen tener dos anillos (proximal y distal) con barras paralelas laterales que permiten realizar una fuerza anteroposterior que terminará por ejercer una tracción del tejido peneano. Son aparatos incómodos y que necesitan de gran disciplina para ser utilizados adecuadamente. Sin embargo son también buenos auxiliares para mantener el pene en su lugar, en especial después de cirugías.