Si existe una situación riesgosa para el pene que pase desapercibida o mal atendida es el trauma directo al pene, usualmente durante encuentros sexuales. El paciente puede o no sentir el "crack" y tener luego equimosis (morado) de tamaño variable. En el momento agudo suele caerse la erección y experimentar un dolor moderado que poco impide la vida diaria. La consecuencias aparecen semanas o meses después cuando hubo trauma de pene y no se realizó ningún tipo de atención: El paciente suele quejarse de curvaturas de grado variable, nódulos palpables y sobretodo alteración de la función. Un cuadro muy parecido al que genera la enfermedad de Peyronie.
Cuando ocurre un trauma severo, es recomendable que el paciente consulte de urgencias oportunamente y en otros casos relate a su médico tratante el antecedente, que debería ser evaluado por una ecografía doppler de pene para una mejor valoración del daño y decidir tratamientos.